jueves, 14 de febrero de 2013

La hora de los perros


Existe un fenómeno interesante en la ciudad. A las 11:32 pm las calles se llenan de perros y dueños. Correas y bolsitas de coto arrugadas, como las caras de los dúos que caminan parsimoniosos.
Creo que entiendo por qué pasa esto: La mayoría de los dueños ve sus actividades terminadas a las 11:20/11:30. Ya comieron, vieron la hora y pico reglamentaria de tele/compu y han decidido si lavar los platos hoy u mañana. Quedan entonces enfrentados a la opción de irse a dormir "medianamente temprano", o pasear al perro, pobre, que estuvo todo el día acá encerrado. Aparte a esta hora no hay nadie, va a ser tranquilito.

Tan pronto como esta linea de pensamiento está expresada, el can y el amo proceden a realizar un paseo azaroso, de rumbo incierto siempre y cuando se vuelva al casillero de salida.
Me imagino poder ver las reflexiones profundamente cotidianas( y por eso, maravillosas) de esta gente; las relaciones establecidas con sus mascotas: Los que van al mismo ritmo, los que tironean, las que deja que huelan cada caca y los que parecen tener perros con sus propios temas y no le dan atención al humano.

Son pequeñas islas vagamente conscientes de la existencia de otros que se les cruzan, tomándolos más como parte del paisaje que como seres dotados de vida.


Ciertamente, las 11:32pm es de mis horas favoritas.

miércoles, 6 de febrero de 2013

The cheese experiment




El fin de semana pasado el pibe con el que vivo se fue a pasar unos días a la casa del viejo, con pileta y lujos. Antes de irse hicimos un pequeño lifting de hogar, limpiamos y ordenamos un poquito.
En este ordenamiento, el se encargó de la cocina y luego se fue.
Horas más tarde, cuando quise hacerme algo de comer, noté algo interesante: En el nivel más bajo de la heladera, atrás de una botella de Campari (para la que no había tónica u elementos de tragos, así que hubiera sido extraño que la mueva) estaba oculta una horma de queso reggianito  Quesabores, que hubiera sido imposible de ver si no me hubiera agachado para mirar toda la heladera.
Varios pensamientos corrieron por mi mente:  ¿Acaso yo había cagado un queso anterior a mi amigo y él no podía confiar más en mi buena voluntad?
¿Era éste un bien tan preciado que ameritaba ocultarlo?¿Estaba entre los gastos comunes y por ende podía yo comerlo sin culpa?

No conseguí respuesta a ninguna de estas interrogantes, me hice de comer una tortilla y un día luego decidí realizar un experimento entretenido. Una especie de "I see your hidden cheese and I raise you 2 cheeses of my own". Fui al supermercado y compré una horma de Gouda y otra de Fontina (creo) y las coloqué muy visibles en el frente de la heladera, nivel superior: al abrir la heladera sería imposible no verlas, estarían tapando todo el nivel del pan, los huevos y otras cosas. Tampoco las anoté en ningún lado, quedarían como un misterio salvo que hablaramos al respecto.

Pasó el fin de semana, volvió mi amigo, seguimos la vida y hete aquí que ayer encontré su horma de queso, abierta y plegada, ubicada en el nivel superior de la heladera, junto a las otras 2. Todavía ninguno ha dicho nada.

The experiment goes on.



pd: Confío en que esto termine antes de que él lea.

lunes, 4 de febrero de 2013

Lugares comunes.

Quiero empezar esta nota con una cita un poco más larga de lo que se esperaría de una cita, pero les pido que tengan paciencia, encuentro en esta breve página un placer que me encantaría poder compartir:


Now consider the tortoise and the eagle.
The tortoise is a ground-living creature. It is impossible to live nearer the ground without being under it. Its horizons are a few inches away. It has about as good a turn of speed as you need to hunt down a lettuce. It has survived while the rest of evolution flowed past it by being, on the whole, no threat to anyone and too much trouble to eat.
And then there is the eagle. A creature of the air and high places, whose horizons go all the way to the edge of the world. Eyesight keen enough to spot the rustle of some small and squeaky creature half a mile away. All power, all control. Lightning death on wings. Talons and claws enough to make a meal of anything smaller than it is and at least take a hurried snack out of anything bigger.
And yet the eagle will sit for hours on the crag and survey the kingdoms of the world until it spots a distant movement and then it will focus, focus, focus on the small shell wobbling among the bushes down there on the desert. And it will leap . . .
And a minute later the tortoise finds the world dropping away from it. And it sees the world for the first time, no longer one inch from the ground but five hundred feet above it, and it thinks: what a great friend I have in the eagle.
And then the eagle lets go.
And almost always the tortoise plunges to its death. Everyone knows why the tortoise does this. Gravity is a habit that is hard to shake off. No one knows why the eagle does this. There's good eating on a tortoise but, considering the effort involved, there's much better eating on practically anything else. It's simply the delight of eagles to torment tortoises.
But of course, what the eagle does not realize is that it is participating in a very crude form of natural selection.
One day a tortoise will learn how to fly.

- Terry Pratchett (Small Gods)


Ahora si, hablemos de lugares comunes.
Creo que el concepto me interesa tanto porque recién tuve contacto con él mucho mas tarde en mi vida de lo que debe ser común. Hace 2 años en una clase de la facultad, un profesor empezó a exponer sobre el uso de lugares comunes en las representaciones públicas de cualquier grupo humano. Y yo escuchando esa clase quedé (más)embobado. Podía ver decenas de situaciones a lo largo de mi corta vida repitiendose en el resto de mis compañeros, en el resto de mis conocidos, sucediendole a todos como una garantía absoluta de que vivían en el mismo mundo.
Así que hoy hablaré de los que yo supongo son mis lugares comunes. Los que creo (lo pongo en itálica porque siento que es más buzzword que "fun" en ciertos lados) que representan a toda persona de clase media (con todas las variaciones que hay aquí. Mediabaja, baja-media, media vieja, new media, media-alta, alta baja que se dice "media bien" podría llegar a entrar en algunas, pero hasta ahí).


Bañandose

Ah, tantas cosas raras pasan cuando estamos desnudos, es alarmante. Es más alarmante aún el grado de censura que suelen tener estos episodios, puesto que no se censuran de forma consciente, sino que simplemente nunca llegan a existir como posibilidades de dialogo o materiales narrativos dignos.
Creo que hay pocas situaciones tan comunes entre todos como las de encontrarse desnudo, mojado y con miedo frente a un sistema engañosamente simple de perillas. Claro, una indica "caliente", la otra "frío" y la del medio es un lujo de algunos pero que en nada nos afecta en lo que concierne a esto.  ¿Qué tan difícil puede ser operar dos perillas claramente definidas para alcanzar la temperatura que uno quiere? Suena a pavada. Pero hete aquí que ya nos confundimos la primera vez. Nos quemamos todo o nos congelamos partes que preferimos más calientes. Y así estamos. Caen chorros letales que evitamos a toda costa, estamos en el rincón más distante de la fuente de dolor líquida que activamos como los nabos que somos y nos sentimos plenamente conscientes de nuestra desnudez, de nuestra vulnerabilidad y de lo frágiles y desnudos (no puedo dejar de remarcar esto, porque hiere el orgullo de cualquiera) que nos quedamos. Claro, hay muchas razones que explican cómo llegamos a este predicamento, podemos estar en una ducha que no conocemos, podemos tener problemas con el termotanque, puede ser que no pegamos una y justo se pusieron a lavar los platos o simplemente nos olvidamos. Eso no importa. Lo que nos ubica a todos en el mismo lugar es esa repentina frustración impersonal profunda que nos invade.


Esperando el bondi

Aceptemoslo: Salvo que seamos radiantes y pertenecientes a un tipo de belleza que no espero sea la que me lee*, nos ha pasado que un bondi no nos paró. Y eramos la única persona en la parada. En la calle. A 3 cuadras a la redonda. La puta que te parió, bondiman.
Y seguimos esperando. Algunos de los más mejor podrán acá optar por diversificar sus opciones en pos del tiempo ganado y decidirán parar un taxi si es que aparece primero. Para el resto, queda la humillante persistencia del centinela: Aquél que permanece allí parado frente a la enorme vastedad del vacío, vigilando incansablemente el horizonte uniforme y monótono. Nos juega a un tema de perseverancia. De golpe nos decimos "no che, llevo acá 25 minutos. Minga que me voy ahora, ya tiene que estar por doblar en esa esquina y aparecer".  Otras veces nos decimos "Bueno, llevo ya 53 minutos. No cabe en mi la capacidad de generar insultos, estoy atónito, estupefacto".
Y hemos tenido todo ese tiempo para pensar en diversas cosas que (oh sorpresa!) son también "lugares comunes", esta vez de índole intelectual:
-Cómo mejoraría yo el sistema de transporte?
-Servirá de algo quejarme con el próximo bondi de la empresa? O voy a parecer un amargo boludo, si total ni sirve.
-Voy a gastarme en llamar al numerito ese (que voy a ver cuando finalmente llegue a subirme a un puto colectivo) para decir "si si, señor, el colectivo de las... no sé, 12:41 no me frenó eh."?
Y es así, nos rendimos. Cuando finalmente llegamos a destino estamos derrotados. No nos quebró un enemigo real sino la realización de lo irrelevantes que somos en un mundo tan vasto que permite la existencia y el empleo constante del conductor #43 de la linea 24, un mundo claramente carente de normas universales sobre las mínimas consideraciones básicas que deben de haber entre los seres humanos.


Tele de noche

Todos fuimos más chicos y nos quedamos alguna vez viendo tele cuando el resto del mundo inmediato dormía. Y en la mayoría de los casos, la tele hace ruido! Pero nosotros remediamos este desliz tecnológico bajando el volumen al famoso 1.
La casa está en silencio, vamos a poder escuchar bien en 1, no? Ni andan autos afuera. No, minga.
El sonido en 1 es lo que yo creo que sienten las personas chicatas cuando fuerzan los ojos por descifrar letras, versión audio. Está la referencia a sonido. Oís algunas cosas, pero la reputisima madre, no todo. Y te está poniendo nervioso. Vas a subirle 1 número/barrita al volumen, no va a hacer tanto cambio en la casa. Oh, lector, querido/a lector/a... Te estás engañando!
De golpe el volumen está en 2. Escuchás todo, la música de fondo, lo mal que respira ese actor de fondo. Justo cae una publicidad y el sonido no está normalizado y tenés al pelotudo de Raúl Portal hablando A LOS GRITOS sobre comida para caniches más sanos.
A esta edad ya sabemos que hay un salto exponencial ENORME de 1 a 2. No 1 unidad más, ni el doble de "poco", no, no. Es "mierda, todos escucharon".
Ni voy a hablar del problema que es tratar de ver pornos en isat o filmzone cuando sos un pibe y estás en ésta situación. Puede ser que las porno light viejas tuvieran trama y crecimos sin saberlo por miedo a que se escuche en la otra habitación.



Creo que ya nos estamos entendiendo. Espero (con más ansias que las princesas de Disney esperan al prince charming, así poniendose las manos en el pecho y mirando a punto en el horizonte con expectativas y sonrisa bobalicona) encarecidamente que alguien entre quien lee esto se haya sentido tocado/a. Mejor tocada, pero no voy a cagarle el sentimiento a nadie.
Sepan, queridos amigos, que no están solos. Otros han estado desnudos, mojados y avergonzados; silenciosos y frustrados u simplemente solitarios atentos a ruidos de motor. No conozco a nadie que haya estado en estas situaciones a la vez, pero lo lamento mucho si es que así sucedió alguna vez.



* Si son de este tipo de belleza, voy a necesitar confirmación visual.

domingo, 3 de febrero de 2013

Back in business


Hola! Parece re entusiasta ese saludo y debería de serlo, porque estamos contentos acá, ahora. Por qué? Porque tengo que presentarme y parece ser más mejor hacerlo con entusiasmo. Soy Paul, encantado. Alguna (poca)gente me dice Kajeed, lo que explica la url del sitio.

Decidí crear este blog porque la verdad es que me hace falta volver a escribir. Y si, será terrible, cliché, autorreferencial y (probablemente)seguramente (muy)boludo, pero a pesar de todo eso confío en que nos, los aquí reunidos, nos divertiremos.

Hoy rascándome la barba, recordé  lo pinchuda de la barba afeitada de mi viejo cuando yo tenía menos de 4 años y me metía en la cama de los padres a ver dibujitos y LA JODIDA SERIE DE BATMAN a la mañana. Se me hizo difícil pensar en alguna otra cosa cada vez que me frotaba la cara durante el resto del día.
Ven? ahora ya sabemos más de mí. Nos sentimos más unidos y en confianza al contar intimidades.
No cualquier tipo de intimidades, porque por ejemplo ayer al entrar a la ducha me quemé el ombligo. Si, no tiene mucha explicación eso, pero el primer chorro de agua justoapuntodehervirperonotanto logró pegarme en pleno pupo. Ahora, no tengo un gráfico para comparar el nivel de dolor/molestia posterior de algunas cosas y poder ubicar "quemadura de ombligo" allí, pero créanme (dicho sea de paso, me encanta el uso de plural en estas cosas, da la ilusión de masas atentas) que es más doloroso que.. digamos..Patear una pata de mesa descalzo con el dedo gordo en invierno. No llega a "este pelo de nariz que me saqué estaba enraizado en mi cerebro" pero está cerca.
Y ahora ese calorcito de lo íntimo, privado y personal que estaba en el raconto anterior aquí, como el Che, brilla por su ausencia.

Anoche conocí al novio (creo) de una amiga. Y fue jodido, me cayó mal. Bastante para el orto, de hecho. Pero eso recién lo supe luego de haber invitado a la dichosa pareja a pasar a la casa. Y noté algo interesante: preferí fumarme una charla en la que podía visualizar a mis neuronas luchando por ver cual se suicidaba primero antes que tratar de encontrar una forma de decir "ajuera, a la cucha, vayapallá!" y abrir la puerta, mientras muevo el pie de forma impaciente. Es una fea sensación la de no sentirse a gusto en su propio hogar. Te hace replantearte ciertas cosas, como el agregar un botón de pánico oculto que simule un corte de luz o algo así bien cortamambo que saque a la gente de tu vista. Ah si, eso: No me vengan con la pelotudez de "pero Paul, hay que ser sociable en este mundo, tu mala onda solo te perjudica a tí, ¿no vez acaso que la humanidad es hermosa y merecedora de aceptación?"  porque todos hemos conocido un par de boludos/as/um  que nos han hecho pensar "puedo alegar defensa propia cuando me agarren, porque lo mal que me caía esta persona era hasta dañino para mi salud".
No que yo lo haya pensado con este muchacho en particular, pero me refrescó los odios que tuve con algunas personas y las reflexiones subsecuentes.
Y aquí conté una anécdota que invita a la opinión, a la toma de lados, posiciones y helados y heposiciones.
En fin, hasta la próxima!