domingo, 19 de mayo de 2013

Las diferencias de idioma

o "Me quisieron cagar 50 pesos"


Fui hoy al mediodía a mi supermercado chino genérico de "acá a la vuelta" para comprar elementos para un guiso. Calculé que si por 15pé me hago alto guiso (hace unos meses), hoy el challenge sería lograr un alto guiso en menos de 25pé.

Decidí, aparte, que si ahorraba en la calidad de los garbanzos, compraba papa negra y usaba algún rejunte de lo que queda en la heladera, llegaba al item preciado: un chorizo colorado (10 pesitos lo que sale)

Así mentalizado, agarré la guita que tenía de la compra de anoche (masa pasa empanadas, queso y una stella) , el vuelto de un Roca y salí.

Compré mis cosas, llegué a 23 pesos y me faltaba pasar por la verdulería. Pero al pagar, sacando un billete de 50, la cajera me dice que es falso. No muy falso, onda San Martín con pelada y barba, disimulando, pero lo suficientemente falso como para darse cuenta si se lo mira detenidamente.
Me averguenzo, pienso "mierda, va a creer que le quise encajar un billete trucho, que cagada", pago de otra forma y vuelvo a mi casa, dejando el sueño de la verdulería atrás.
Pero ya en mi hogar pienso "pero un momento, esta es la guita que saqué del jean con el que compré anoche las cosas, nunca metí mano ahí. La china me encajó un trucho ayer!". Por suerte (en realidad, por vagancia) encuentro en el mismo jean tirado, hecho un bollo, el ticket con la hora de la compra.

Vuelvo al chino, billete, ticket e indignación en mano. Veo que la señorita tiene de golpe una cola larga, así que aguanto a que terminen de comprar 13 quilmes unos borrachines y me le acerco. No hay nadie más atrás mío esperando. Le digo "el billete en realidad me lo dieron anoche acá, tengo el ticket de compra, dice la hora, tenés cámaras, nos podemos fijar." Y empezó una discusión. Que subió de tono. Que pasó por idiomas.  Que atrajo gente.  Que quilombo.
La china ,llamemosla Caja(a no confundir conmigo) porque siempre que le gritan en el super dicen "cajaaaaaaa!" y ella contesta algo, empezó a decirme que no, ellos nunca dan billetes truchos y que LUCAAAS, puede que yo le cambie algo y quiero ahora encajarselo a ella y LUCAAAAS CIN-CUENTA, y que si no me fijé ayer es mi culpa. Y le voy contestando. Que no me fijé ayer fue un error mío, si, presupuse que no daban billetes falsos acá, como ella bien me informa. Que tengo el horario de la compra, y recuerdo bien que pagué con 100 y le di 2 pesos, para hacer más fácil el vuelto. Llega a todo esto Lucas (creo), el señor encargado de las cámaras, y empieza a hablar en algún dialecto que voy a presumir es koreano con Caja. Caja le contesta, me mira, le vuelve a decir algo. Agarra el billete de 50, lo vuelve a comparar con otro, me dice "pelo bueno, toma, no discuta más" y me da 30 pesos y el de 50 trucho. Fue tan sencillo enojarme. Le dije que no quería limosna, ni joder a nadie, pero no quiero que me deje en una posición complicada con un billete que no le puedo dar ni a la iglesia, quiero lo que me corresponde que es un billete enteramente funcional para poder seguir comprando las cosas de mi puto guiso que todavía no me puse a hacer. A mi enojo respondió el de ella. Y empezó a gritarme en lo que ella debía creer que todavía era castellano, pero claramente esa convención idiomática la habíamos pasado hacía 1 minuto.  No le entendia nada de lo que me gritaba, y la veía agitar billetes y señalarme y cada tanto decir "no acá no" y "tlucho". Lucas estaba parado al lado mío mirandome con cara de pocos amigos, y la cola se había llenado de lo que más tiene para ofrecer Paternal un domingo al mediodía: Viejas chismosas con bolsas de compras.
Como cliente estaba enojado y dolido, pero como antropólogo no podía evitar estar más dolido porque no sabía como explicarle que en situaciones de stress ella regresaba a convencionalismos pre-migrativos y me hablaba en un idioma que yo no entendía, rompiendo así la posibilidad de dialogo.
Sabía que mientras más tiempo pasara, menos chances tendría, mi propio enojo dejaría lugar a la vergüenza frente a la viejas, la china, armar lío, todo. Tenía que hacer algo para evitar acobardarme. Ganó el cliente: me empezó a decir "andate" Caja, y me salió un "maisvatefairefoutre"* en francés, colérico,  mientras pensaba en como hacerle entender que no me iba a dejar cagar. Me hice a un lado, dije "cobrale a esta gente, así pueden seguir, pero fijate con qué les pagás" y creo que Caja se enojó más, pero me chupaba un huevo.
Finalmente, me dio un billete de 50 (bueno, verifiqué frente a ella) y se quedó con el trucho.
Me puteó y me dijo que no vuelva con engaños o algo así. Me di vuelta, vi a la verdulera observando todo y pensé "acá si que no compro papa" y me fui.

Una hora más tade:




Tiene gusto a victoria
*pero andá a hacerte cog/jer, textualmente.

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